Taja-Orejas, el jefe de las ratas de agua, ha logrado acabar completamente con el río y con todos sus habitantes: «¡Adiós, Buldo, globo maltdito!», exclama encantado. Pero nunca hay que despreciar tan rápidamente la inteligencia de nuestro pequeño pez. Enfrentándose al peligro, Buldo llama a las escuadrillas de murciélagos y aves, sus aliados: «¡Despreciables ratas?, ha llegado la hora de que os echéis a temblar!»