El pequeño Jorge tiene dificultades para quedarse dormido. Cualquier excusa es buena para poner a prueba la paciencia de sus padres: el lunes, que le traigan un vaso de agua; el martes, que le cuenten una historia; el miércoles, que saquen el monstruo que hay en su habitación? Pasan los días de la semana y los padres de Jorge tienen cada vez menos paciencia. Por fin, el domingo, deciden quedarse despiertos, pero el sueño vence a la madre de Jorge, y este, por fin, se va solo a la cama, tras compadecerse de ella.