¿Qué hubiera ocurrido si Alfred Hitchcock y Agatha Christie se hubieran conocido de niños? ¿Qué aventuras habrían vivido? ¿Qué sorprendentes casos habrían resuelto juntos? Las aventuras de Alfred&Agatha nos muestra cómo podría haber sido la amistad de infancia de los dos maestros del suspense más importantes de nuestro tiempo. Como recompensa por sus buenas notas, Alfred recibe un auténtico chelín de plata de parte de su padre. Orgulloso de su regalo, el niño acude a casa de Agatha para enseñárselo, pero su amiga tiene reservada para él otra sorpresa: va a presentarle a su honorable vecino, el escritor Sir Arthur Conan Doyle, creador de las novelas de Sherlock Holmes. Alfred queda encantado tras la visita, en cambio Morritos Jones está muy enfadada. Tras un duro enfrentamiento con la perrita, el chico se marcha a casa muy disgustado, pero a la mañana siguiente, cuando todo parece haber vuelto a la normalidad, ya es demasiado tarde. Morritos ha desaparecido sin dejar rastro.