Mariano era un gusano que no destacaba precisamente por su buena educación. Era un gusano orgulloso, cotilla y muy guasón. Eran tantas las historias sobre las bromas y las burlas de Mariano hacia sus vecinos que ya ni se contaban. Por ello, en el jardín se estaba gestando una extraña conspiración. Una tarde, mientras Mariano dormía como un bendito dentro de su manzana, de repente lo despertaron unas fuertes sacudidas. Los conspiradores sacudían la manzana alegremente hasta que la manzana cayó del árbol y Mariano se quedó sin casa ni alimento. Entonces, Mariano inicia un recorrido por el jardín en busca de un refugio y algo de comer. Este largo viaje le enseñará a Mariano Gusano a ser mejor compañero, respetuoso y bueno.