Aunque lo pareciera por lo grande que era, aquel gran huevo del que nacieron los 3 BUI3 no lo puso un avestruz. Lo puso un buitre hembra, quien se fue a bañar a una charca cercana la misma mañana en que los 3 BUI3 rompieron la cáscara, abandonaron el huevo y echaron a andar (a saltitos, por supuesto), y uno delante del otro.