Platero y las palabras olvidadas es un cuento inspirado en Platero y yo, la obra más conocida de Juan Ramón Jiménez. Tiene como protagonistas a tres niños, Araitz, Ixone y Unai, que viajan con sus padres a Moguer, Huelva, para pasar las vacaciones. Los pequeños están enfermos y tienen dificultades para hablar porque sufren el síndrome de Sanfilippo. La lectura que su madre les hace por la noche de Platero y yo provoca en los niños un sueño que les lleva a conocer a Platero. En este ámbito de la imaginación se despierta el lenguaje en Araitz, Ixone y Unai, lo que se hace manifiesto a través de los nombres de Platero que inventan los niños. En el último capítulo, «La mariposa del sendero», una mariposa lleva en sus alas un sueño, el sueño de su curación. El cuento termina incorporando al sueño a los padres y todos juntos viven ese anhelo y esa ilusión.