Podemos conocer la historia de las sociedades través de las biografías de las personas significativas que viven en ellas: científicos, filósofos, escritores, políticos, artistas... Sin embargo, no hay muchos libros informativos para niños dedicados a explicar la historia de los países a través de sus protagonistas: Rosa Blanca (Lóguez), El autobús de Rosa (Barbara Fiore), El viaje de Darwin (Juventud) o Los Beatles (Ekaré) son algunos de los ejemplos en los que a través de la figura de alguien famoso a anónimo los niños pueden conocer no los grandes acontecimientos, sino el día a día de un tiempo histórico relevante.
En esta línea se podría inscribir este libro dedicado a Nelson Mandela. Con unas increíbles ilustraciones naturalistas que, junto a un tratamiento cinematográfico de las imágenes, nos ofrece un recorrido vivo y expresivo por los momentos más significativos de la vida de este activista, decisivo en los cambios sociales de Sudáfrica.
Pero el libro con una escritura algo lacónica y simplificada, que parece buscar una cierta distancia con los acontecimientos, trasmite una vez más, la imagen del mito de Mandela. Se obvia lo que significa la lucha colectiva (antes y después de Mandela) y se profundiza poco en el verdadero significado del apartheid, que se ejemplifica diciendo que las playas, los teatros y los parques eran solo para europeos. Con estas limitaciones, el libro es una apuesta interesante por ofrecer a los niños la historia contada desde sus protagonistas a través de unas imágenes llenas de fuerza.
Un libro muy interesante para debatir en casa, en la escuela o la biblioteca. En cualquier lugar donde un adulto pueda explicar que los héroes tuvieron muchos compañeros anónimos que los acompañaron y que sin la fuerza del grupo los cambios no son posibles.