Entre 1833 y 1840 se produjo en España la conocida como Primera Guerra Carlista, un conflicto sucesorio iniciado tras el fallecimiento de fernando VII que enfrentó a los partidarios de la sucesora designada, Isabel II, hija de Fernando, con los de Carlos María Isidro de Borbón, hermano del monarca fallecido. Los partidarios de este último fueron llamados carlistas, y de ahí el nombre de la guerra, mientras que los partidarios de la Reina fueron conocidos "isabelinos", "cristinos" (por la reina regente, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias) o "liberales" (por su ideología política frente al tradicionalismo carlista). El Altoaragón era por entonces un territorio de escasa tendencia carlista, pero estaba situado entre dos núcleos con fuerte presencia de partidarios de dicho bando, Navarra y Cataluña, sufriendo por ello continuas incursiones en sus pueblos fronterizos, siendo además lugar de tránsito de grandes expediciones carlistas que se trasladaban de una zona a otra, por lo que continuamente se encontraba en alarma. Este trabajo nos acerca a la interesante historia del Altoaragón de la época y en él