872 días de bloqueo: desde el 8 de septiembre de 1941, cuando la Wehrmacht cortó el último camino de entrada a Leningrado, hasta el 27 de enero de 1944, en que el Ejército Rojo consiguió levantar el asedio. El sitio de Leningrado es una de las páginas más trágicas de la historia de la humanidad. La cuna de la Revolución de octubre y la encarnación de la cultura rusa, Leningrado era un símbolo que los nazis querían destruir: «El Führer ha decidido borrar Petersburgo de la faz de la tierra. Después de la derrota de la Rusia soviética no habría interés alguno para la existencia de ese gran poblado», decían las órdenes del OKW a las fuerzas atacantes.
Alrededor de tres millones de personas habitaban la antigua San Petersburgo. Las vías férreas, las carreteras y los pasos marítimos estaban cortados y el aislamiento era total. El invierno ruso, la falta de alimentos y los bombardeos constantes se convirtieron en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. Entre las llamas se consumió la esperanza de supervivencia de decenas de miles de personas.
Pero, durante los momentos más críticos, cuando el ejército alemán rodeó la ciudad y el destino de Leningrado pendía de un alfiler, la ciudad no se rindió. En uno de los ejercicios de fortaleza más increíbles de la historia, Leningrado sea convirtió en un símbolo de resistencia.
Este libro recoge, a través de artículos firmados por historiadores y periodistas especializados en la materia, diferentes aspectos de este episodio fundamental de la II Guerra Mundial. Desde los perfiles de los comandantes más destacados de ambos bandos a la narración del estreno de la Sinfonía nº 7 de Dmitry Shostakovich, pasando por la intervención de los soldados españoles de la División Azul, la batalla de Krasny-Bor o los oscuros episodios de canibalismo que ocurrieron entre las calles de la ciudad.
Un planteamiento riguroso y multidisciplinar que nos ayuda a comprender un acontecimiento que cambió el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial y a ilustrar como, en Leningrado, el espíritu humano triunfó sobre la tragedia y la brutalidad de la guerra.