¿Quiénes eran las meigas? ¿Cómo vivían? ¿Cuáles eran sus actividades? ¿Cómo las consideraba la sociedad? Este libro da respuesta a estas y otras preguntas presentando el asunto desde una perspectiva académica y realista, porque las meigas no eran mujeres apartadas de la sociedad, como se las presenta en demasiadas ocasiones, sino que por el contrario formaban parte de una sociedad que justificaba sus actividades mágicas, las cuales eran conocidas y reconocidas. Provocar o deshacer un hechizo era habitual no hace demasiadas décadas, y esas creencias se han adaptado con el paso del tiempo llegando hasta nuestro mundo postmoderno.
El profesor e investigador Diego Valor Bravo aporta una nueva perspectiva sobre el fenómeno de la brujería, basada en un exhaustivo y profundo análisis de la principal fuente documental que ha llegado a nuestro días sobre las actividades de las hechiceras: los archivos de la Inquisición, en los cuales el autor ha encontrado documentos inéditos y extraordinariamente reveladores.