Al terminar la Guerra Civil, hace ya más de ochenta años, miles de personas salieron de España por distintos puntos fronterizos para salvar la vida, mantener sus ideas o intentar tener una oportunidad de futuro. Y con ellas se marchó todo un caudal de ciencia y de cultura. Por este Aragón desgajado: los exilios republicanos de 1939 transitan hombres y mujeres que hicieron gala de un componente ético innegable, fraguaron las bases de un futuro distinto y democrático, pero no han tenido después demasiada consideración pública. ¿Qué les sucedió entre 1939 y 1977 a tantos de estos aragoneses que partieron hacia Francia y México principalmente?, ¿qué epopeyas vitales recorrieron y qué actividades desempeñaron?, ¿cuáles fueron sus esperanzas y sus desesperanzas con respecto a España a medida que avanzaba la segunda posguerra mundial?, ¿cómo interpretaron luego nuestra transición a la democracia?, ¿en qué condiciones se produjo su retorno?, ¿hasta qué punto se encontraron entonces con el pie cambiado en lo que constituye otro drama del exilio? A estas preguntas intentan contestar las páginas de este libro.