La Crónica de Alfonso III es una fuente fundamental para nuestro conocimiento sobre las últimas décadas del reino visigodo y los inicios del reino astur. Fue elaborada hacia el año 900 en el entorno de la corte ovetense, plasmándose en dos versiones diferenciadas.
Hemos dependido de sus noticias para generar un relato sobre esos momentos tan relevantes del pasado, pero quizá nuestra actitud hacia esta obra puede haber resultado ingenua.
Existe una larga tradición de estudios dedicados a la Crónica, una densidad en cantidad y calidad que testimonia la importancia que los historiadores han concedido a este texto. El estudio que presentamos es un intento de mostrar esta crónica como un sofisticado proyecto que explica y construye el pasado en función de las exigencias de presente del reino astur. Se analizan, por tanto, procesos de construcción de la memoria histórica que dieron lugar a interpretaciones y relecturas creativas del pasado reciente y remoto del reino. Quiere decirse que la Crónica es analizada, no como un depósito de informaciones variadas sobre el fin del reino de los godos y los orígenes del reino astur, sino como un elaborado relato que da cuenta de la Historia que la corte de Alfonso III quería para el regnum.
El libro no es una historia discursiva del reino visigodo o astur, sino que incide en algunos episodios narrados por la Crónica y que se entienden como definidores de todo el conjunto. En el análisis se acude fundamentalmente a fuentes escritas, pero también se atienden otras realidades arqueológicas o epigráficas.