Tenían apenas treinta años cuando Adolf Hitler llegó al poder: eran juristas, economistas, filólogos, filósofos e historiadores. ¿Por qué decidieron formar parte de los órganos de represión del Tercer Reich? Tras acceder a los archivos del sd y de las ss, el autor investigó la trayectoria de un buen número de estos académicos. Este estudio pionero muestra que el exterminio en los campos de concentración, lejos
de obedecer únicamente a la demencial mentalidad del Fu776;hrer, se anclaba en un sistema de creencias compartidas por muchos de los miembros de la generación que creció en la Alemania derrotada y sometida al Tratado de Versalles. Y en buena medida, la historia del nazismo se erige sobre las experiencias personales - de fervor y de resentimiento-de estos hombres, tan ávidos de creer en su nación como de destruir lo que pareciera amenazarla: ellos teorizaron y planificaron la eliminación de veinte millones de individuos de raza «inferior» y organizaron e intervinieron en el exterminio de un millón de personas.