En tiempos en los que la tentación de la exclusión vuelve a estar presente, este libro presenta las obras de diversos eruditos, filósofos, políticos o juristas, todos ellos visionarios que, desde hace casi cuatro siglos, tuvieron la convicción de que la unión hace la fuerza o, mejor dicho, la paz. Por ello propusieron a los gobernantes de los Estados ?principalmente europeos? diversos planes o proyectos de paz perpetua, en los que se enfrentaron a los dilemas propios de su tiempo, dilemas que, con cierta sorpresa, descubrimos contemporáneos. La delimitación geográfica de Europa es variable a lo largo de los proyectos, del mismo modo que, en pleno siglo xxi, aún no hemos solucionado el problema de los confines de Europa en el marco de la Unión Europea. Asimismo, la primera oleada de proyectos es deudora de las guerras de religión que asolaron Europa, y los conflictos religiosos constituyen, en la actual sociedad globalizada, un nuevo banco de pruebas para la libertad religiosa reivindicada en muchos de estos proyectos de paz.
El ansia de poder de los Estados en las relaciones internacionales, origen de muchos de estos escritos, si bien no ha provocado guerras interestatales en suelo europeo desde hace más de medio siglo, sí que ha provocado división en la débil e incipiente política exterior de la Unión. En último término, más allá de las concretas estructuras jurídico-constitucionales propuestas, que van desde el establecimiento de un tribunal de justicia europeo hasta la creación del «Leviatán europeo», esto es, de unos verdaderos Estados Unidos de Europa, estas obras nos hablan de un «pecado original» del ser humano: el del constitucionalismo, es decir, el deseo de controlar el poder y poner límites a su ejercicio, sorteando los riesgos de un poder legibus solutus.