Las mujeres de la nobleza en la Edad Media, ya fueran reinas, hijas de reyes, condesas o amantes del monarca, han permanecido casi siempre ocultas a ojos de la historia. En el reino de Aragón se convirtieron en piezas indispensables del tablero político, porque ellas daban a luz a futuros soberanos, transmitían el linaje y, mediante sus matrimonios, establecían importantes alianzas con otros reinos. Pero de esas mujeres poco hemos sabido. En los casos más desconcertantes ni siquiera trascendieron sus nombres; en otros, los historiadores no pudieron conocer ni sus orígenes. De la vida de muchas solo queda un documento. Incluso de alguien tan crucial para Aragón como la reina Petronila existen escasas evidencias. Visibilizarlas es una cuenta todavía pendiente, en la que en los últimos años se ha avanzado paso a paso.
Ese es el objetivo de este libro, Reinas, damas y señoras, de la historiadora Anabel Lapeña y la periodista Ana Segura. Desde la época de Ramiro I hasta la de Jaime el Conquistador, las autoras han rastreado en la historia con el fin de rescatar del olvido a mujeres que fueron fundamentales para dar vida al reino de Aragón. Sin ellas, nuestra historia no hubiera sido posible, pero la historia las condenó al olvido y desdeñó su papel.