Túnez, en el corazón del Mediterráneo, es un lugar donde fenicios, romanos, bizantinos, árabes, italianos y franceses dejaron su huella. Si queréis la guía del Trotamundos será vuestro cicerone. La primera escala del viaje es la capital, donde descubriréis una de las medinas más hermosas y su viejo centro colonial, además de los valiosos mosaicos romanos del Museo Nacional del Bardo. No lejos está Sidi-bou-Said, un pueblo costero de paredes blancas, y los restos de la púnica Cartago. Al oeste, la Costa de Coral, que alterna cabos, calas y acantilados, se extiende de Bizerta a Tabarka. También podréis visitar el Parque Nacional de Ichkeul, Patrimonio de la Humanidad. Desde Tabarka el recorrido prosigue hacia los yacimientos romanos de Bulla Regia, Dugga, Makthar, Sbeitla, Haidra y Thuburbo Maius. El cabo Bon, al este de la capital, se distingue por sus viñedos, frutales, cereales, yacimientos como Kerkouane y ciudades de animados zocos. Con Kairuán y el Sahel conoceréis la capital espiritual del país y el litoral oriental: Susa, Sfax, El-Jem. Más al sur llegaréis al golfo de Gabes y a la hermosa isla de Djerba. Por último, las puertas del desierto con poblaciones beréberes como Matmata y Toujane pondrán fin a vuestro periplo.
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