Lonely Planet presenta una cuidada selección de destinos y el mejor momento para visitarlos: 300 en 12 capítulos –uno para cada mes del año–, y cada uno de ellos destaca qué hace especial ese país, región, isla o ciudad para ir a verlo en ese momento. ¿Tienes dos semanas para una pausa relajante? El libro te aconseja adónde ir: Bali o Belice, el Caribe o las Cícladas. ¿Sueñas con ver salir el sol sobre los antiguos templos de Angkor? El libro sugiere cuándo planificar el viaje (en febrero). Así de fácil… Pero no siempre es sencillo. Que nadie asuma que solo hay que viajar cuando hace calor o se celebran fiestas famosas, porque quizá el mejor momento para explorar la selva tropical sea después de la lluvia; los precios se disparan con las fiestas y la temporada de surf suele estar bien en invierno. Como muchos destinos se abarrotan en verano, conviene pensar diferente o, al menos, no pensar en viajar en temporada alta. Por eso destacamos épocas y alternativas para disfrutar de los eventos más célebres. ¿Por qué no visitar Ámsterdam en enero, que es muy tranquilo, entrar en calor con una copa de jenever en algún bruin cafe y admirar las obras de Rembrandt y Van Gogh en paz? A mitad de año, en el Masai Mara keniata, una miríada de ñus emprende la Gran Migración, pero en febrero, el espectáculo tiene una cara distinta al sur del Serengueti, cuando esas manadas crían. A veces, el momento ideal sí existe: queremos cielos despejados para disfrutar de una playa idílica o una vista alpina, y no hay que desaprovechar la breve ventana de buen tiempo que permite navegar a la Antártida en el verano austral; Lonely Planet ha previsto todas las opciones posibles para que puedas inspirarte y empezar a preparar un viaje único.