En la medida en que esta obra suya se ha convertido en un punto de referencia ineludible del filosofar actual, podemos considerar a Derek Parfit como un auténtico clásico viviente. En efecto, su planteamiento del problema de la identidad personal a través del tiempo, en una línea que inauguró Hume en la época moderna, pero que puede vincularse sin excesivos problemas, si queremos adoptar una perspectiva transcultural, con lo más incisivo del pensamiento budista, ha venido constituyendo desde hace ya más de veinte años el centro del apasionado debate intelectual que viene desplegándose en torno a esta cuestión tan importante. Cuestión que enlaza directamente con las problemáticas de la racionalidad práctica y de la ética, y cuyo tratamiento filosófico no dejaría de tener significativas repercusiones psicológicas en todos nosotros, por ejemplo, en nuestra actitud ante el envejecimiento y la muerte. En esta edición española de Razones y personas se viene a incluir, a guisa de «epílogo», una definitiva actualización del reduccionismo parfitiano de la identidad personal, redactada más de diez años después. En suma, nos hallaríamos ante una de las obras culminantes del pensamiento de finales del siglo xx: su brillantez y espectacular vigor intelectual no han podido dejar de ser reconocidos ni siquiera por los adversarios más decididos de las sorprendentes tesis que en ella se defienden.