A pesar del tiempo transcurrido desde su redacción, este finísimo ensayo de Pascal
Bruckner sobre los extravíos del cosmopolitismo- la globalización-sigue siendo
de una increíble actualidad: «Un combate titánico enfrenta a dos posturas, tan
alérgicas la una a la otra como el capitalismo al comunismo: la postura nacionalista
y xenófoba, aferrada a su patrimonio, y la postura cosmopolita, ávida de los
otros y de cambiar la estrechez nacional por un ropaje más amplio». Para superar
la estéril confrontación de posiciones, el filósofo intenta pensar en el espacio de un
cosmopolitismo no adocenado, en el que la diferencia entre las culturas no impida la
relación, ni ésta anule las diferencias.