El título (Zweistromland: El país de los dos ríos), con el que se refiere a Mesopotamia, representaba para Rosenzweig el modo en que comprendió su vida y su filosofía: partió siempre de diversas fuentes y su pensamiento fluyó en diferentes direcciones. Se trata de un pensamiento que tiende puentes siempre entre dos orillas distantes, mostrando que la autenticidad no está reñida con el diálogo. ...
La filosofía de Rosenzweig se caracteriza por señalar los límites de los sistemas tradicionales, basados en la idea de totalidad e inteligibilidad. En los textos que aquí se traducen, encontramos tres nociones que desbordan la idea de una totalidad clausurada. Nos referimos a la eternidad (que irrumpe en el tiempo), el pueblo judío (que se sitúa más allá de la historia) y el ser humano, que no cabe en la idea de un sistema cerrado.
(Olga Belmonte)