Neoyorkino de origen, John Frankenheimer (1930-2002) comienza sus primeros escarceos cinematográficos a principios de los años cincuenta durante el servicio militar. Su conocimiento del medio teatral, adquirido en el Williams College de Nueva York, y su destreza técnica cinematográfica le llevan a dirigir espacios dramáticos televisivos en directo. Poco después, en 1956, realiza su primera incursión en el cine como director con «The Young Stranger», experiencia que le defrauda enormemente por las diferencias técnicas y laborales con el medio televisivo. Su vuelta al cine no se produce hasta que, en 1961, Burt Lancaster se obstina en llevar a la pantalla la adaptación de un drama de éxito que acabará convirtiéndose en «The Young Savages (Los jóvenes salvajes)». A partir de este momento, películas como «El hombre de Alcatraz» (1962), «El mensajero del miedo» (1962), «El tren» (1965), «Los temerarios del aire» (1969) y, dando un salto en el tiempo, «El año de las armas» (1991), «Ronin» (1998) y «Operación Reno» (2000), conforman una carrera cinematográfica alabada tanto por la crítica como por el público.