Este inquieto actor, excelente director y mordaz guionista, además de músico y buen cómico, ha conseguido ganarse un sólido prestigio y un puesto en la historia del cine con sus bien construidas historias en donde todos los personajes poseen una aguda personalidad. De apariencia menuda, calva decisiva y dotado de una lengua vivaz que en ocasiones se convierte en viperina, supone la antítesis de un galán tradicional pero, aún así, consigue siempre llevarse a la cama a la chica más guapa, quizá porque él escribe sus propias historias y así las maneja a su capricho. Desafortunado en su vida sentimental hasta ayer mismo, con el paso de los años consiguió encontrar su media naranja en la figura de una guapa chica oriental, quizá la única que le entrega mucho más de lo que le exige. Así, al llegar a la vejez, y mientras la mayoría de los profesionales del cine viven un nostálgico retiro, Woody Allen sigue mostrando que no tiene rival y que sus aparentemente sencillas historias pueden ser vistas por cualquier espectador de buen gusto. Profeta en tierra ajena, Europa le ha aportado un reconocimiento a su larga carrera cinematográfica que no tuvo en los Estados Unidos, aunque justo es reconocer que ese Oscar al Mejor Director y a la Mejor Película que consiguió por Annie Hall le proporcionaron el espaldarazo suficiente como para rodar al menos una película al año. "La vida está llena de miseria, de soledad y sufrimiento; demasiadas cosas para un tiempo tan corto".