Celda común, novela inédita y extraviada entre sus papeles hasta fechas recientes, corresponde a la mejor época de Dolores Medio. Fue escrita hacia 1963 y se basa en una experiencia autobiográfica, al igual que casi toda su obra. A raíz de las huelgas mineras de Asturias, en 1962, se organizó una manifestación de protesta en la Puerta del Sol. Dolores Medio, una de las manifestantes, fue detenida y, al negarse a pagar la multa que le impusieron, ingresó en la cárcel de Ventas, donde compartió una celda común con un grupo de prostitutas. Como era de esperar, la censura franquista impidió que esta descarnada descripción de una cárcel de mujeres llegara en su momento a los lectores. Los más de treinta años transcurridos desde su escritura han convertido la valiente denuncia política de Celda común en sólo un conmovedor documento histórico, pero no han disminuido en nada el valor literario de esta parábola sobre la dignidad humana: sigue siendo una de las obras más significativas de la literatura social realista española.