Tal como indica el profesor Schwass en el prefacio: “Cuando empecé en el mundo de la empresa familiar, me quedé muy sorprendido por la cantidad de empresas que fracasan. Estos fracasos se ven como fracasos del negocio, pero un análisis más profundo señala que su raíz se encuentra a nivel familiar. Después de muchos años reuniéndome con familias de todo el mundo, me he dado cuenta de que hay muchos más miembros infelices que felices. Por esta razón comencé a investigar a las mejores empresas familiares, todas ellas líderes mundiales que habían sobrevivido a múltiples generaciones y que gozaban de un extraordinario éxito.
De la investigación nacen un conjunto de prácticas que separan a las mejores empresas familiares del mundo del resto.”
Entre el conjunto de buenas prácticas que se desprenden de las empresas investigadas, en el texto se profundiza sobre tres de ellas. En primer lugar, una estrategia que se adapta con éxito a los mercados cambiantes, que se complementa con la capacidad de las familias empresarias de proporcionar un liderazgo claro y eficaz en cada generación. En segundo lugar, una mentalidad de continuidad, en la que las empresas familiares investigadas asumen la necesidad de hacer “una poda”, es decir, eliminar a aquellos miembros de la familia que no comparten los valores y las prácticas asumidas por cada familia para asegurar el desarrollo progresivo de la empresa. En tercer lugar, los futuros líderes asumen la necesidad de seguir procesos disciplinados de desarrollo sistemático como personas y como profesionales.