Magistral novela en la que la autora nos cuenta, de una manera bella y llena de sentimiento, su dura vida con un rico lenguaje cuajado de metáforas, anécdotas, imágenes y poesía, lanzado a plena velocidad, a un ritmo que arrebata al lector.
Emine Sevgi Özdamar nace en Malatya (Anatolia) en una familia que huye de la pobreza: de Bursa a Ankara, de Ankara a Estambul, por las vías históricas, no siempre plácidas, de la Turquía contemporánea. Hasta que la muchacha tiene que optar entre la realidad y el sueño, y decide emigrar a Alemania. Hacia allá se embarca, en un tren de putas, camino de una vida tal vez no mejor, pero abrumadoramente distinta.
La autora habla de sí misma. La cantidad de personajes, vivos y muertos, de vidas y destinos que teje en cada página, no tiene límite; y sería inútil buscarle paralelo en la literatura actual.
Cabría referirse a Las mil y una noches, a la narrativa oral árabe, al nuevo realismo mágico turcoalemán. Pero La vida es un caravasar no es la aplicación más o menos feliz de ninguna fórmula literaria preexistente: es literatura en toda su pureza, para leer en estado de emoción, de alegría, de risa o de llanto.
La vida es un caravasar nos mostrará y enseñará vidas extrañas y exóticas, que nunca se distancian de las nuestras en lo más fuerte y veraz del sentimiento. Es un libro para amar a un país que apenas si empieza a desvelársenos y para descubrir a una autora que ya nunca olvidaremos.