En 446, Germán Auxerre, poderoso emisario de Roma, hace irrupción en un monasterio pelagiano, para asegurarse de que las reglas monacales son conformes al dogma de la iglesia cristiana. Tras registrar las células, el joven monje Ninian es acusado de haber robado de la biblioteca un manuscrito prohibido. La obra evoca la piedra de Fal, desaparecida desde hace siglos. Ninian logra escapar del castigo gracias a su amigo, el novicio Kadog, pero se ven obligados a huir del monasterio. El obispo Germán toma así conciencia de la existencia y del poder de la piedra, e intenta entonces aliarse con Hengist, el jefe sajón, para impedir la unificación de los reinos bretones. La piedra sagrada será entonces objeto de todos los deseos pues es la única puerta que lleva a la espada de Nuada.