Juan Pérez Zúñiga (1860-1938) representa la perfección del prototipo del escritor de causeries festivas en prosa, verso y teatro. Su ecosistema natural y de la mayoría de los "festivos" fue el propiciado por el "Madrid cómico", al que llegó de la mano de su amigo Vital Aza y de quien fue uno de sus primeros redactores en 1880.
En este libro, Pérez Zúñiga, deja clara la relación entre literatura festiva y la cocina, en lo que ésta tenía de cotidianeidad y ceremonia social comtemplable -y deleitable-. Sin olvidar que entonces la cocina era un ámbito más en que se manifestaba la moderidad y el progreso.