En general, poco se sabe de los escasos novelistas griegos antiguos de los que hoy se tiene conocimiento, y
Aquiles Tacio no es una excepción. El autor de Leucipa y Clitofonte vivió en la segunda mitad del siglo II d. C. y
posiblemente era originario de Alejandría. Por ello, cabe enmarcar su única obra conocida en la corriente literaria a
la que pertenecía Dafnis y Cloe, otra joya de la época. En Leucipa y Clitofonte se cuentan los viajes y aventuras, a lo
largo y ancho de Mediterráneo, de dos jóvenes enamorados que deben luchar para alcanzar su felicidad. Los peligros y
tentaciones a los que se ven expuestos los protagonistas, así como la particular forma de narrarlos, sirven de apoyo a
Aquiles Tacio para construir y desarrollar una novela que, si bien parte de convenciones y lugares comunes inevitables
en este género de la literatura griega, propone con éxito una serie de innovaciones temáticas y estilísticas que lo
apartan de cualquier otro escritor conocido y lo erigen como un caso único de las letras griegas.