Al político e historiador Cornelio Tácito (h. 56 - h. 120) le tocó vivir unos tiempos especialmente
turbulentos del Imperio romano. Ejerció diversos cargos importantes, tanto en Roma como en algunas de las provincias, y
dejó escrito un legado de enorme valor histórico y literario que lo erige como el más fino y moderno analista de la
historiografía romana. La primera de las obras conocidas de este gran cronista es la Vida de Julio Agrícola (c. 98),
una biografía del que fuera suegro de Tácito, que se contextualiza de forma precisa en su marco temporal y que permite
también una lectura en clave política, a tenor de las actuaciones imperiales en esa época. Gneo Julio Agrícola fue un
militar y político romano nacido en la Galia Narbonense que desempeñó un papel principal en las campañas de conquista
de Britania. Tácito nos ofrece un elogioso retrato de Agrícola como una figura de talento y mesurada, que supo
adaptarse a las circunstancias que le rodearon, especialmente a las duras condiciones vividas con el ejército romano
destinado en territorio británico, y que con tanta brillantez ilustra el historiador.