Aprenderemos que, según un destacado físico, trillones de años después de haber muerto resucitaremos instantáneamente y ante nosotros se extenderá una eternidad subjetiva de existencia: los días interminables de estar muerto
Situado en la interfaz entre las ideas más audaces de la física actual y las preguntas más profundas acerca del universo, este libro es una colección de ensayos sobre las ideas más especulativas de la física de vanguardia. ¿Qué hay más allá del límite del Universo? ¿Podremos vivir eternamente? ¿Encontraremos alguna vez a un extraterrestre? ¿Qué sucedió antes del Big Bang? Estas son solo algunas de las provocativas preguntas que se plantea Marcus Chown para explicarnos las fascinantes ideas surgidas de la mente de los más heterodoxos científicos actuales.
Aprenderemos que, según un destacado físico, trillones de años después de haber muerto resucitaremos instantáneamente y ante nosotros se extenderá una eternidad subjetiva de existencia: los días interminables de estar muerto; que el Big Bang lo pudo haber provocado la colisión de dos universos-isla; que en alguna parte del multiverso existe una copia exacta de cada uno de nosotros, o mejor dicho, infinitas versiones que en un número infinito de universos viven todas las vidas posibles; que escudriñar el universo en busca de señales de radio no es seguramente la mejor manera de buscar extraterrestres; que un solo número, el llamado número Omega, puede contener la respuesta a todas las preguntas que podemos llegar a plantearnos; que la más ampliamente aceptada teoría del Universo implica que Elvis Presley nunca murió; y que es posible que el universo haya surgido a partir de un algoritmo informático de apenas cuatro líneas de longitud.
Chown aborda sin temor las grandes cuestiones sobre la naturaleza del Universo, de la realidad y del lugar de la vida en el Universo. Sostiene que es un privilegio estar vivo hoy, porque no solo estamos en posesión de un conocimiento acerca del Universo por el cual muchos grandes pensadores de generaciones anteriores habrían dado la vida, sino que existe la posibilidad de que en un futuro próximo podamos dar respuesta a algunas de las preguntas realmente fundamentales acerca del mundo en que vivimos. En el fondo, subraya Chown, la ciencia de primera línea trata de aquellas cuestiones más prácticas y que más nos importan: ¿De dónde viene el Universo? ¿De dónde venimos nosotros? ¿Qué diablos estamos haciendo aquí?