Basada en la experiencia personal del autor, esta novela relata la extraordinaria historia de los urcas, una insólita comunidad de bandidos siberianos que tienen el dudoso honor de ser los únicos oponentes a Stalin que fueron deportados desde Siberia en lugar de hacia Siberia, concretamente a la Transnistria, una larga franja entre Moldavia y Ucrania, aún hoy una tierra de nadie, asolada por la corrupción, el crimen organizado y el contrabando. Allí nació y se crió Nikolái Lilin, en el seno de una gran familia que se enorgullece de no reconocer otra autoridad que la de sus ancianos, obligando a sus miembros a respetar un estricto código de conducta que les permite definirse a sí mismos como «criminales honestos». Con un profundo sentido de la libertad y la justicia, los urcas no sólo prohíben las drogas, la violación y el desprecio hacia los débiles, sino que incluso castigan estos delitos con la muerte. Como símbolo tangible de una ética tan peculiar, los tatuajes se presentan como un libro misterioso cuyas páginas custodian un lenguaje que nunca debe pronunciarse.
Elogiada con entusiasmo por Roberto Saviano, Educación siberiana es una gran epopeya personal, apasionante y desgarradora, pero no exenta de sentido del humor, relatada con una voz enormemente cercana y cautivadora.