Una marcada individualidad sustentada en un temperamento apasionado, y una permanente insatisfacción y pesimismo que le llevaron al suicidio en plena juventud, hacen de MARIANO JOSÉ DE LARRA (1809-1837) uno de los más importantes exponentes del Romanticismo español. Aunque cultivó la novela y el drama, su fama se asienta en los más de doscientos ARTÍCULOS publicados en la prensa de la época, en los que popularizó los seudónimos de «El pobrecito hablador» y «Fígaro», y de entre los cuales Pablo Jauralde García ha preparado esta selección. En ellos combatió la organización del Estado, el absolutismo carlista, el retraso respecto a Europa de una sociedad que le parecía zafia e inculta, y la literatura que entonces se cultivaba. Su estilo enérgico y de extraordinario vigor, en el que no faltan el humor y las deformaciones caricaturescas, contribuye poderosamente a la actualidad y vigencia de sus escritos.