En la primera entrega de sus memorias, Este sol de la infancia, un libro espléndido que se acogía a la tradición de las «elegías andaluzas», Jacobo Cortines evocaba los días azules de su niñez en Lebrija y la hacienda rural de Micones, abordando el relato por medio de esbozos líricos o narrativos que daban cuenta de los recuerdos del protagonista y de su progresiva iniciación en el universo de los adultos. Veinte años después, el poeta publica la esperada continuación, En la puerta del cielo, recogida en este volumen que incluye la anterior y lleva ya el título definitivo del ciclo, La edad ligera. Si entonces la mirada del autor se demoraba en la descripción del pueblo y su entorno de la Baja Andalucía, recreando una forma de vida antigua e inmediatamente anterior a la transformación del campo en los sesenta, ahora aborda las agridulces vivencias del adolescente durante sus años escolares con los jesuitas de Sevilla, en los que sometido a la rigurosa disciplina de los padres de la Compañía, bajo una impronta autoritaria y pródiga en castigos y admoniciones, descubre la ciudad y se abre paso su temprana vocación literaria. El lector revive en estas páginas el asombro, la curiosidad, los gozos y los miedos que conforman la vida de cualquier niño, los hallazgos y revelaciones del muchacho que estrena el mundo. En los retazos de memoria, sabiamente hilvanados por el poeta, encontramos la belleza evocadora de la palabra y la verdad palpitante de la vida.