Sólo lo excepcional merece ser vivido. Eduardo Arroyo, al que apasionan las historias de boxeadores vencedores y vencidos, dedica a Alfonso Teófilo Brown esta excepcional biografía. Panamá Al Brown fue uno de los más hermosos peso gallo de la historia del pugilismo; pero sobre todo, «un artista, un bailarín, un poeta». Nació en Colón, Panamá, en 1902. Muchacho negro de origen muy humilde, vagabundo boxeaba con su sombra y soñaba con luchar en un ring. Sin presente ni futuro, emigró al Nueva York de la ley seca, las bandas de gánsteres y de jazz, donde protagonizó sus primeros combates. De una delgadez de alambre, proyectado hacia arriba, sin pantorrillas, y con una cintura de avispa, se convirtió en el más grande peso mosca desde los días gloriosos de George Dixon.