Tras muchos años guardados en carpetas y discos duros, se recopilan por primera vez en este libro una selección de poemas del autor. Muchos de ellos fueron escritos siendo estudiante universitario de Ciencias Físicas, en las aburridas horas de fórmulas matemáticas y agujeros negros. El denominador común siempre era la espera de un amor seguro pero inexistente, como los universos paralelos que conviven sin conocerse.
Cuando por fin los dos mundos acabaron por encontrarse se produjo un inesperado pero comprensible bloqueo creativo, pero los dos mundos siguen ahí, el uno al lado del otro, y eso, de alguna manera, ha hecho que la poesía perdure hasta hoy. Es por esta razón que los poemas más actuales nada tienen que ver con los primeros y, habiendo pasado entre algunos de ellos más de 25 años, sirven de biografía improvisada del autor.
Las fotografías que acompañan a los poemas han sido hechas por el autor en distintos momentos de su vida. Todas tienen algún significado especial pues, independientemente de su calidad artística, complementan la esencia de los textos. Por otra parte, los dibujos que ilustran las páginas han sido realizados para la ocasión por Mónica Lorenzo Tejedor, quien, sin ella pretenderlo, siempre ha estado escondida entre los versos.