En 2016 se han cumplido ochenta años desde que se produjo la sublevación militar que desembocó en la Guerra Civil de 1936-1939. Hay quienes opinan que ya se ha escrito demasiado sobre este episodio histórico; por el contrario, hay otros, como Javier Fernández, que piensan que tenemos que conocer todo lo ocurrido en aquellos trágicos años.
En esta novela se ponen de relieve los hechos principales de la lucha fratricida en toda España, pero el foco se sitúa especialmente, tal como indica su título, en Aragón, territorio que termina siendo un personaje más. Un recorrido completo por las batallas que salpicaron nuestra geografía ayudará a los no expertos a hacerse una idea de conjunto y a entender enigmas como el de Belchite, localidad tristemente célebre por la masacre allí acaecida a causa de la incompetencia de algunos mandos republicanos.
Los nombres más conocidos de la contienda desfilan por estas páginas, pero sin copar el protagonismo. Luchadores de a pie, de ambos bandos (por ideología o por geografía), son los verdaderos héroes. Y las mujeres, combatientes por primera vez en la historia (antes solo participaron en las guerras en papeles auxiliares: escribientes, enfermeras, etc.), con el papel que jugaron, por ejemplo, maestras y milicianas, ocupan el lugar de honor que les corresponde y que apenas ha sido reconocido por la mayoría de los autores.
Aragón en guerra es una novela muy ágil, de fácil lectura, que engancha gracias a la equilibrada mezcla de personajes reales y de otros que no lo fueron, pero que pudieron serlo. Franco y Negrín comparten escenario con Adela y Melchor, con Josefina y María. La hija de esta, María del Pilar Custodia Alejandra, nos hace ver que en medio del drama y de la muerte también surge la vida.