Una persona institucionalizada en un centro geriátrico ¿puede aprender, mejorar, solar, participar en la construcción de un mundo más feliz? ¿qué puede aportar, a la sociedad a la que pertenece, desde su vida como residente?
Este maual técnico, riguroso, ameno y, a veces, hasta poético, expone una actividad de animación estimulativa que surgió de la experiencia directa con los residentes. Tiene la peculiaridad de fundamentarse en una cinematografía específica que se utiliza como paliativo al sufrimiento emocional. Una cinematografía que describe el paisaje natural, con una intencionalidad creadora de emociones y pensamientos optimistas. Y que resulta innovadora y eficaz al colaborar en la calidad asistencial geriátrica.