La Roma imperial, durante la época turbulenta que va desde los incendios de la urbe y la caída de Nerón hasta el tenebroso mandato del cruel Domiciano, tuvo un testigo de excepción: Marco Valerio Marcial, el poeta satírico aragonés, nacido en Bílbilis, que relata sus experiencias por boca propia y, alternativamente, por la de dos contertulios, profesores eméritos de la Universidad de Zaragoza. De este modo, los hechos narrados, las costumbres de la sociedad romana y la obra de Marcial tienen el contrapunto crítico de dos personajes de nuestro tiempo, conocedores de la historia e interesados en el famoso epigramista latino.
La constante variación de perspectiva, sustituyendo en capítulos alternos el tiempo actual por el pasado romano, permite analizar el contenido de la narración, incluso discutir las actitudes de los protagonistas: se trata de una estructura original, dinámica, que mantiene el interés del lector y lo introduce en la cultura de Roma y sus contrastes, así como en su relación con la Celtiberia.