Este es un libro de fantasmas, de sueños y de fotografías. Los fantasmas van y vienen por distintos paisajes: Loarre, los viñedos del Somontano oscense, el Bajo Aragón, San Juan de la Peña, las tierras altas del Maestrazgo o las playas gallegas. En algunos casos son anónimos, como apariciones tras la lluvia, o pueden llamarse Martín Mormeneo, Patricio Julve, Gustavo Adolfo Bécquer o Dominique Sanda. Los sueños están en todas partes y tienen la atmósfera de lo irreal y lo escurridizo, igual que esas fotografías que son las primeras hojas de un álbum de fábulas de amor, de misterio, de crímenes, de maquis y de ciudades golpeadas por el cierzo como Zaragoza, que acaso sea la gran protagonista de esta veintena de cuentos.