La autora escribió esta carta en respuesta a un niño de nueve años enfermo de cáncer, y que escribió a Elisabeth preguntándole tres cosas: qué es la vida, qué es la muerte y por qué tienen que morir los niños.
La respuesta del niño fue muy positiva. Se sintió muy orgulloso de tener un libro escrito e ilustrado especialmente para él. No sólo lo compartió con otros niños, sino también con los padres de otros niños muy enfermos.
La finalidad de esta obra es poder ayudar a otros niños a comprender estas preguntas tan importantes.