La vida en las empresas es ruda, complicada, repleta de malas sorpresas, de aburrimiento profundo, de gente con mala idea o simplemente idiota, pero así es tu vida, la que llevas todos los días, el lugar donde tienes que ir cada mañana para ganar lo suficiente para pagar un piso de dos habitaciones y para alimentarte (mal). No es que te encante, pero no encuentras ninguna solución para poder huir. Sí, juegas todas las semanas a la lotería, pero consideras -y con razón- que esta esperanza es un poco débil y muy aleatoria.
Este libro, si bien no ofrece ninguna solución alternativa al trabajo, sí que te dará algunas técnicas para sobrevivir en el transcurso de esos larguísimos años que te separan aún de una jubilación bien merecida (aunque más bien incierta en estos tiempos que corren) y de prodigarte algunos consejos para que conserves ese trabajo sin el cual no podrás asumir con serenidad tus próximas vacaciones en Matalascañas.