Tanto «El pensamiento del corazón» (1981) como «Anima mundi: el retorno del alma al mundo» (1982) constituyen dos innovadores ensayos que arrojan la psicología arquetípica, iniciada por C. G. Jung, hacia una nueva dirección: el mundo. James Hillman denomina a ésta «psicología profunda de la extroversión», una terapia que va más allá de la consulta y de las concepciones personalistas y que pretende enseñarnos a recuperar una vida del corazón y del alma partiendo del platonismo, Ficino y Henry Corbin. El examen que Hillman desarrolla sintéticamente en su primer ensayo trata de eliminar ideas mecanicistas preconcebidas o personalistas, para mostrarnos que el corazón es el asiento de la imaginación, pues ésta es la auténtica voz del corazón. Una voz que habla siempre imaginativamente, ya que su pensamiento se expresa a través de sus imágenes. Para Hillman, el conocimiento del mundo no debe olvidar la «inteligencia del corazón» si quiere describir el mundo fielmente.