Esta publicación profundiza en las interioridades del monasterio medieval y lo hace intentando dar respuesta a tres cuestiones principales. La primera es la de la propia secuencia vital de los habitantes del cenobio, desde la infancia, en el caso de algunos oblatos, hasta la sepultura dentro del propio recinto monástico. La segunda cuestión es la organización funcional de una comunidad constituida por cuatro tipos de personas (oblatos, novicios, profesos y conversos) cuya convivencia exigía un gobierno y una gestión eficaces. Y, la tercera, es la proyección espacial que el desarrollo de las funciones monásticas tuvo en los monasterios medievales y que dejaron su impronta física en el plano y alzados de estos conjuntos monumentales.