El debate intelectual y artístico de las primeras décadas del siglo XX estuvo marcado en España por las disquisiciones en torno a la identidad nacional. La auténtica naturaleza de lo español y el modo en que entraba en relación, o conflicto, con la singularidad de cada una de sus regiones fue motivo de abundantes reflexiones, pero también uno de los asuntos más habitualmente tratados por la plástica. Este libro estudia el modo en que este proceso se desarrolló en el contexto aragonés. El aragonesismo político y cultural, dotado de una serie de estructuras de fomento y difusión, condicionó la obra pictórica de toda una generación de artistas de cuyo análisis, junto al del contexto en que se desenvolvió, se ocupa la presente publicación.