Cristina Pérez inventa una historia particular de las pajaritas del parque oscense adaptada a la mentalidad infantil y plagada de guiños y recursos para los adultos. Las ilustraciones de Víctor Gomollón son de un valor inestimable, con una gama de colores y una ambientación muy propia de los años treinta mientras la narración se ciñe al periodo de posguerra, y en las que estalla el color en cuanto se acerca la época actual.
Fermín, el niño, el personaje del cuento, tiene una caracterización enternecedora que a buen seguro subyugará a niños y mayores.
Por otro lado, el cuento recoge escenarios y ambientes de la ciudad de Huesca, tanto de mediados de siglo, como en la actualidad.
Un patrimonio recuperado para nuestros hijos que es, por otra parte, la intención declarada de los editores con esta colección.