Causa una cierta sorpresa el desarrollo e interés que despiertan los estudios sobre el arte románico en nuestro tiempo. Pero esta sorpresa se desvanece cuando se analiza el románico desde un punto de vista cultural y se establece su paralelismo con el contexto de nuestro tiempo. En los siglos XI y XII, es decir, en la etapa de la génesis y floración del arte románico, las diversas naciones y regiones de la Europa occidental, sea, de la Cristiandad, se sintieron partícipes de una empresa común. Una misma esprirtualidad las unía y tras la anarquía y fragmentación del período prorrománico, unos mismos ideales cimientan la cultura europea. Este estudio pictórico refleja y analiza la herencia románica de las tierras de Aragón.