Libro catálogo de la exposición, “Ideal de Aragón. Regeneración e identidad en las artes plásticas (1898-1939)”, en el Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, del 19 de febrero hasta el 3 de marzo del 2015.
“Si sacamos de la tierra los frutos que nos alimentan y las primeras materias que elaboran nuestras fábricas, ¿por qué no hemos de sacar también un ideal de belleza que se acomode a nuestro temperamento y sea el más gozoso consuelo de nuestros espíritus?”, se preguntó José Valenzuela la Rosa en Revista de Aragón a finales de 1905.
La tierra y sus gentes como “ideal de belleza” para una sociedad que, paralelamente, asistía a su primer desarrollo industrial. Esta doble dimensión: la tradición heredada frente a los avances propios de la sociedad contemporánea, marcó el debate cultural español durante las primeras décadas del siglo XX. Urgía modernizar y regenerar España, tanto como permanecer fieles a aquello que se entendía como su auténtica esencia. El arte se hizo eco de esa dicotomía, participando de las disquisiciones en torno a la identidad. La regional y la nacional.
La exposición Ideal de Aragón: Regeneración e identidad en las artes plásticas (1898- 1939) ilustra el modo en que ese proceso se vivió en Aragón a través de una serie de obras de autores como Francisco Marín Bagüés, Ángel Díaz Domínguez, Rafael Aguado Arnal o Ramón Acín, así como de determinadas imágenes de Aragón tomadas por autores españoles como Darío de Regoyos, Joaquín Sorolla o Ignacio Zuloaga.