La persona del soberano importante que fue Fernando el Católico ha tenido por ello apologistas y detractores, lo que hace muy difícil una aproximación imparcial a su figura. Ya desde su reinado se fue creando un halo de leyenda que pudo tener algo de necesidad -y, no olvidemos, de adulación- en contra de sus enemigos coetáneos. Los cronistas no pudieron sustraerse a la fácil y provechosa mitificación, otros escritores puede que intentaran dar su impresión sincera, pero no necesariamente imparcial. Dentro de la sobriedad de su relato, Zurita también hace un escrito apologético del rey Fernando. Con ello se suma a la trayectoria iniciada por autores coetáneos del soberano como Juan del Enzina, notorio mitificador de Fernando e Isabel. La línea de detracción propiamente dicha tiene sus orígenes en sus enemigos coetáneos, lo que, en cierta medida, venía por otra parte a "compensar" alguna apología de Fernando, en la que se le hacía protagonista de todo el proceso enriquecedor de su monarquía.
3 volúmenes. 728 p. facsímil vol. 1; 840 p. de facsímil vol. 2; 232 p. vol. 3, 16 il., 1 mapa, 32x42 cm, ISBN 84-7820-493-8 (o.c.) / 84-7820-494-6 (1) / 84-7820-495-4 (2) / 84-7820-496-2 (3).
Edición, introducción y estudio de Guillermo Redondo Veintemillas y Carmen Morte García.