En los 250 años que median entre el nacimiento de Jaime I (1208) y la muerte de Alfonso V (1458), las estructuras políticas, económicas, sociales y culturales de los reinos, principados y señoríos que fueron integrándose en la Corona de Aragón experimentaron transformaciones necesarias para crear una monarquía moderna, con una concepción del Estado en donde el modelo de su organización, basado en la unidad en torno a un único poder real y la diversidad de cada uno de sus miembros, servirá de referencia a la monarquía hispánica de los siglos siguientes. De esta temática se ocupó el congreso celebrado en Zaragoza y Monzón en diciembre de 2008, cuyas actas se ofrecen en el presente volumen.