El último bucardo, la última cabra pirenáica, murió en el año 2000 en el valle de Ordesa situado en el Pirineo. Fue la primera extinción del siglo XXI a nivel mundial. Hasta ahora se conocían pocos detalles de su historia y es difícil comprender por qué el hombre no ha podido salvar este animal tan indefenso, que ha disfrutado de un siglo de protección legal.
No ha sido fácil encontrar respuestas. Libros y láminas antiguos, informes, fotos, colecciones zoológicos y entrevistas con personas que han estado con el bucardo aportan las piezas de un puzzle complicado. Queda la pregunta qué hacer con el legado y la memoria de este animal.
El autor, holandés afincado en Huesca, invita al lector a acompañarle en su búsqueda del bucardo y mirar por los ojos de las personas que han estado en contacto con este animal. Propone recordarle tal y como era: un animal hermoso, interesante, parte de un sistema que está en continuo cambio y que murió porque le dejamos morir.